miércoles, 29 de octubre de 2008

SE ACERCA HALLOWEEN ¿CONOCEMOS SU ORIGEN?




Se acerca la famosa celebración de Noche de Brujas, en inglés Halloween. Vemos que en nuestro país año a año, se hace más fuerte la tendencia a adherir a estos festejos, que pertenecen a tradiciones ajenas a nuestra cultura.

No estoy para juzgar si esto es bueno o malo, pero tengo mi opinión al respecto…

Sólo voy a abrir un espacio para la reflexión, ¿conocemos el origen de estos festejos?, el verdadero origen me refiero. Porque si nos ponemos a pensar, aquí y creo que en el resto del mundo occidental, se pone énfasis en la parte divertida, y en la parte comercial, superficial diría, pero tras estas fiestas se encierran otros significados, que escapan al conocimiento general.

Y creo que desde nuestro lugar, como personas que nos interesan los temas espirituales, no podemos dejar de pararnos a reflexionar sobre el real significado de estas celebraciones. Sin juzgar obviamente otras creencias, cada uno es dueño de hacer su camino espiritual.
Por eso creo necesario informar, para que cada cual decida qué hacer o no…

ORIGENES DE HALLOWEEN



Esta celebración muy difundida en el Hemisferio Norte, y por sobre todo en los Estados Unidos, tiene sus raíces en una tradición de la cultura Celta.
SAMHUINN, era un tiempo sin tiempo que transcurría desde el 31/10, al 2/11, un momento en que el orden y la estructura eran abolidos, para que el caos pudiese reinar. Quizás en términos modernos una válvula de escape para el inconciente colectivo (esto es algo que yo opino) de esa cultura en particular.
Eran días durante los cuales las personas hacían cosas inusuales, los hombres se disfrazaban de mujeres y viceversa, se liberaban a los animales de las granjas, y los niños iban golpeando de puerta en puerta, para pedir comida y golosinas (similar a lo que hacen hoy durante Halloween).
Pero más allá de esto que era la celebración popular, esta fiesta tenía un sentido mucho más profundo, dado por los sacerdotes druidas (eran los sacerdotes de los celtas). Para ellos durante estas tres noches se corría el velo entre el mundo de los vivos, y el Mundo de los Ancestros(los muertos), y para los que estuvieran preparados era casi un paso seguro para el otro lado.
Los Druidas practicaban ritos dirigidos a hacer contacto con los espíritus de los que ya no estaban, quienes era invocados como guías e inspiración.

Se cuenta también que entre los ritos se hacían sacrificios tanto de animales como de humanos en algunos casos, pues los celtas creían que las almas de algunos difuntos quedaban atrapadas dentro de animales feroces, y la forma de liberarlas era a través del ofrecimiento de sacrificios de toda índole.



También creían que esa noche del 31 de octubre los espíritus, fantasmas y seres espectrales en general salían libremente al mundo terrenal a aterrorizar a los mortales. Para aplacarlos se hacían grandes hogueras, se les preparaban alimentos y se montaban escenografías macabras, disfrazándose también para parecerse a ellos y evitar ser molestados por los mismos.

Con el advenimiento del Cristianismo se intenta detener esta festividad, transformándose el 31 de octubre en Noche de Brujas o Halloween, el 1 de noviembre, Dia de Todos los Santos y el 2 de noviembre, Día de Todos los Difuntos.
Cubriendo de esta manera el día central de la festividad de Samhuinn con el Día de Todos los Santos, y el culto a los antepasados con el Día de Todos los muertos.

martes, 28 de octubre de 2008

FESTEJOS ACTUALES

LAS CELEBRACIONES ACTUALES


Como ya mencioné estas festividades fueron transformadas, y con la inmigración de irlandeses, escoceses e ingleses a los Estados Unidos(aunque también se festeja en Irlanda), fueron incorporadas a la cultura de ese país y actualmente han adquirido las características que todos conocemos hoy en día.En los últimos siglos se le añadió a esta celebración figuras como fantasmas, brujas, esqueletos, etc…


LAS TRADICIONES


Trick or Treat


Los niños (y no tan niños) se disfrazan y van de casa en casa por su respectivo vecindario, exigiendo ‘trick or treat’ (truco o regalo). La idea es que si no se les da alguna golosina, harán alguna maldad al residente del lugar que visitan (en Chile se acostumbra a tirar huevos a las paredes de la casa).



Jack – o – Lantern (La calabaza)



Según una antigua leyenda irlandesa, un hombre llamado Jack había sido muy malo y no podía entrar en el cielo. Tampoco podía ir al infierno, porque le había jugado demasiados trucos al demonio. Tuvo por eso que permanecer en la tierra vagando por los caminos, con una linterna a cuestas. Esta linterna primitiva se hace vaciando un vegetal y poniéndole dentro un carbón encendido. Jack entonces era conocido como “Jack of the Lantern” (Jack de la Linterna) o, abreviado, Jack-o-´Lantern. Para ahuyentar a Jack-o-´Lantern, la gente supersticiosa ponía una linterna similar en la ventana o frente a la casa. Cuando la tradición se popularizó en Estados Unidos, el vegetal con que se hace la linterna comenzó a ser una calabaza, la cual es parte de las tradiciones supersticiosas de Halloween. Para producir un efecto tenebroso, la luz de una vela sale de la calabaza por agujeros que conforman una calavera o una bruja.

HALLOWEEN - OUIJA Y LETRAS PEQUEÑAS



Todo seguía según lo previsto en la víspera de Halloween. Inexplicablemente, había sido elegido por la dudosa fortuna para organizar la fiesta otro año más. Y la calificaba de tal modo porque sospechaba de mis tres íntimos amigos de toda la vida. Cuatro veces seguidas eran demasiadas. No es que me importara demasiado prepararlo todo, pero sentía que se burlaban de mí a mis espaldas. En esta ocasión, sería Dave Morris el que pasaría una noche terroríficamente divertida.
Las farolas no se demoraron en Royal Street. En la calle, los más pequeños, disfrazados de seres de pesadilla, disfrutaban con gran júbilo de la mágica noche de los difuntos. Iban de puerta en puerta con el tradicional “Trick or Treat” llenándose los enormes bolsones de caramelos, pastas y chocolatinas. En las viviendas, las habitaciones estaban decoradas con precisión para crear ambiente, donde no faltaba la parafernalia habitual encumbrada por las tarántulas colgantes del techo, las brujas estampadas en las paredes y las inquietantes calabazas incandescentes de tétrica estampa. Mi madre y mi hermano habían salido con la vecina Morgan y no volverían hasta entrada la madrugada, por lo que nada ni nadie podría estropear mi broma sublimemente perpetrada.
Por fin llegaron las once en punto. El timbre, manipulado para tan especial momento, sonó como si fuese un lobo aullando a la luna enlutada que honraba con su presencia. Me cercioré de que todo estaba dispuesto y abrí la puerta. Delante de mí, Joseph, vestido de espantapájaros, azotaba a Edward y a su hermano Jonathan con un ramal de paja, mientras éstos, de vampiros, rechazaban sus vaivenes con la mano y le despojaban de su otro brazo prefabricado. Después de pedirles que terminaran con sus jueguecitos de críos, eché la llave y pasamos al salón de bienvenida. Fue entonces cuando comencé a experimentar una sensación de cierta maldad en mí difícil de describir. Sus rostros, risueños y despreocupados, se tornaron serios y rígidos al verse sumergidos en una oscuridad espesa, débilmente atenuada con una docena de velas dispuestas en círculo sobre el mesón de caoba. Se miraron los unos a los otros como si no entendieran qué demonios significaba aquello, y Joseph, que solía ser la voz cantante del grupo, balbuceó:
–Da… Dave, esto da miedo de verdad, amigo, te has lucido con la presentación, pero no se ve bien con poca luz, será mejor que…
–¿Estoy oyendo bien? –le interrumpí–. Un espantapájaros… ¿espantado? Descuida. La luz es la adecuada para esta magnífica velada. Podéis sentaros en el sofá y comer algunos dulces de la calabaza, en la mesilla. Ahora vuelvo.
–Pero Dave, ¿no vamos a salir de casa en casa como siempre o…?
–Que no, Edward, esta vez nos divertiremos con un juego… especial. El que quiera marcharse ya sabe donde está la salida. Una vez iniciada la sesión no es recomendable dejarla a medias –fingí enfadarme mientras negaba con el dedo índice
Alejándome de los tres pobres asustados, subí las escaleras y entré en mi dormitorio. Me encaminé al armario y busqué entre la multitud de libros el juego mesa durante unos instantes. Ya en mis manos, regresé al salón mientras los chicos observaban absortos el programa Entrevista con el vampiro de Castle Royal. Entonces, aguándoles los minutos de relajación que se habían permitido, apagué el televisor y reclamé su atención entonando una carcajada malévola:-Ouija. El juego conocido por todos donde un grupo de personas procura comunicarse con el más allá. El funcionamiento es claro: alentar la aparición de entidades espirituales por medio de preguntas concretas. Como reglas a tener en cuenta, dos: nunca se debe provocar a la entidad ni abandonar si el espíritu en cuestión no lo considera oportuno.
Los semblantes incrédulos de mis amigos no lograron articular gesto. Atenazados, tal vez, por la influencia imperceptible del tablero místico invocador, se encontraban los tres en una pose demoledora, con piernas y brazos entrecruzados sin pestañear lo más mínimo, atentos a cada uno de mis movimientos mientras preparaba la escena. Situé la tabla en el centro del mesón, rodeada de las doces velas, y me senté en el sillón de terciopelo individual con reposabrazos para zurdos. Acto seguido, primero Joseph, y justo después Edward y Jonathan simultáneamente, se arrimaron para alcanzar a ver mejor.
–Comencemos. Necesitamos concentrarnos para evocar espíritus. Para ello, nos cogeremos de las manos, cerraremos los ojos e intentaremos dejar la mente en blanco.
Tras considerar que la primera fase de sugestión a la que estaba sometiéndoles era suficiente, proseguí:–Bien. Ahora, coloraremos nuestros dedos sobre el indicador e iniciaremos el contacto. El tablero era clásico. Las letras, divididas en dos grupos arqueados, estaban custodiadas desde las esquinas por seres y astros antropomorfos. Tampoco faltaba la numeración del uno al nueve y el “good bye”.
Una de las velas se consumió por completo esculpiendo en sus cenizas una sugerente figura. Miré alternativamente a cada uno y luego me cercioré de si estaban preparados. Tras esto, decidí dar comienzo la sesión:
–¿Hay alguien ahí? ¡Habla para que podamos escuchar! –exclamé con vehemencia para imprimir más veracidad
Silencio sepulcral. Tanto era así que las palabras aún resonaban en mis tímpanos. Las llamas vibraron y Joseph soltó un chillido nervioso que asustó a los hermanos, ambos cariacontecidos. El ambiente, cargado de una tensión casi palpable, resultaba asfixiante por la respiración contenida de los tres, pendientes de que la tablilla indicadora reaccionase. Aprovechando el estado de ensoñación en que estábamos inmersos, con movimiento sutil y calmado, desplacé el testigo hasta la consiguiente respuesta:
“S – I”
Edward se llevó la mano a la boca y los otros dos parecieron tragar saliva, con los brazos tiesos sin despegarlos de la tablilla. Mi leve sonrisa, que después recompuse por un gesto más acorde, mostraba la felicidad que seguro habían sentido ellos cuando hacían trampa en el sorteo de nombres, pero la mía era maquiavélica. Tal vez había descubierto un hobby; tal vez me gustaba infundir temor. Luchando por no revelar esa emoción cada vez más dominante, continué con la farsa:–¿Eres un mensajero de Dios? ¿Un mensajero del Diablo?
Con una desatada rapidez sorprendiéndome a mí mismo, moví con habilidad hasta formar las palabras de ultratumba. El sonido al rasgar la madera macilenta era tan auténtico que me erizó el poco vello viviente en mi cara.
“S - O - Y - U - N - E - S - P - I - R - I - T - U - E - R - R - A - N - T – E”
–¿Eres bondadoso? –inquirió Jonathan de improviso de un salto, antes de que pudiera seguir con mi guión preestablecido.
En ese preciso momento, decidí avivar aún más la llama del miedo. Apesadumbrados por una oscuridad impregnada hasta los huesos, era la hora de los efectos paranormales. Actuando con la presteza del buen mago, accioné un botón bajo la mesa que removió la misma. El repiqueteo del testigo indicador sobre la ouija hizo que Joseph y Edward quitaran de inmediato sus dedos y separaran la mano de Jonathan, que todavía mantenía posada a merced de una profunda sugestión. Aquello me excitaba. Me sentía poderoso y todavía quería más. Por primera vez en mucho tiempo, no sentía remordimientos con ejercer de siervo del mal. La broma, la gran broma, estaba resultando tremendamente satisfactoria. Pero aún quedaba la traca final. La guinda estaba aún por llegar.
“N - U - N - C – A”
Enderecé las velas caídas e intenté calmar a los chicos, que dando palos de ciego, buscaban el interruptor como si fuese lo último en vida. Les dije que no podían abandonar, pero ellos hicieron caso omiso de mis advertencias.

–¡Vayámonos de aquí, es un espíritu maligno, es un demonio! –gritó Joseph desencajado y casi sin voz
–Jonh… Jonhatan, ¿dónde estás? ¡¿Dónde estás, Jonathan?! ¡Por Dios, dime algo…!
Aprovechando el desconcierto reinante e imposible de detener, aproveché para dar el toque maestro, a pesar de que me hubiera gustado alargar más el juego:
–Espíritu… ¡manifiéstate, manifiéstate!
El chasquido seco del pomo de la puerta de entrada paralizó el caos. Un chirrido infinito arañó la estancia, enmudeciéndonos. Bajo el dintel, la efímera silueta de una mujer apareció. Miraba con ojos tiernos a la nada; feliz, inocua. Probablemente, era lo más hermoso que había visto en mi vida. Joseph, Edward y Jonathan permanecían estáticos, casi catatónicos. Sin lugar a dudas, la aparición estelar a cargo de la tienda de bromas Halloween’s Jokes estaba siendo ejecutada con maestría. Los rostros pétreos de mis amigos bien valían una foto para recordarles sus trampas. Corrí al dormitorio y saqué del segundo cajón del escritorio la cámara instantánea. Una vez comprobado el carrete, salí disparado directo a por la captura que serviría como seguro por si querían devolvérmela en un futuro. Cuando llegué no había nadie. Ni rastro del actor ni de los chicos. En ese momento maldije mi tardanza.
A la mañana siguiente, de camino al Instituto, recibí la llamada de Edward. Su voz sonaba lejana. Intenté pegar el oído al auricular pero resultó en vano. Miré la batería y observé que estaba completa. Seguí intentando, aunque no hubo manera de conseguir discernir algo claro, así que no tuve más remedio que desistir. Giré por la calle Boulevar Street y luego atravesé el parque nacional. Los barrenderos se empleaban a fondo para recoger toda la basura de la noche.Miré la hora. Iba bien de tiempo y decidí pasarme por la tienda para felicitar su gran labor; desde luego, se habían portado con la puesta en escena y el tablero trucado. Al doblar la esquina, me extrañé al ver que la tienda, a estas horas, aún estaba cerrada. Poco después un mensaje llegaría al móvil. Lo leí incrédulo y sin entender qué demonios significaba:Gracias por prestar su servicio a Halloween’s Jokes. Las almas de sus víctimas pasarán reconocimiento antes de formar parte de la plantilla de entidades evocadas a través del tablero ouija, tal como usted, el firmante, estableció tras firmar el contrato. Sinceramente, Linda Blair, directora de Halloween’s Jokes
Aún alucinado con aquello, saqué de la cartera la copia del contrato. Leí rápidamente de arriba abajo, incluida la letra pequeña. Aquello debía tratarse de una broma. Otra de las bromas genuinas de la tienda. No podía haber vendido las almas de mis tres amigos por no leer… la letra pequeña.

Estraído de la web: http://www.halloween.com.es/

domingo, 19 de octubre de 2008

RETORNANDO...



Como habrán notado, por un tiempito Radio Mystika no estuvo emitiéndose, ya que por razones técnicas me fue imposible hacer el programa.
No sé si habrá sido la causa, pero tal vez Mercurio que estuvo retrógrado no ayudó mucho...jajaja. Y bueno un virus atacó mi equipo y me costó bastante poner a funcionar nuevamente la computadora, fue necesario formatear el disco y reinstalar programas, entre ellos el que uso para trasmitir el programa. Vieron ni siquiera los "místicos" nos salvamos de estos problemas terrenales!!!.
Pero bueno como verán, yo sigo firme en mi propósito y Mystika estará de vuelta muy pronto, con nuevos temas... en estos momentos estoy preparando el próximo programa que seguramente saldrá el segundo fin de semana de Noviembre.
Así que espero contar con la atención de todos ustedes para cuando vuelva a emitirse radio Mystika. ¡¡¡ LOS ESPERO!!!.

HASTA LA PRÓXIMA

Un gran abrazo en la Luz